jueves, 30 de diciembre de 2010

MIP Control de roedores

Existe la necesidad de continuar investigando y desarrollando técnicas sensitivas y seguras para medir y calcular pérdidas y de encontrar métodos más prácticos, efectivos y económicos, pero hablando en general, la tecnología para un efectivo control de roedores está disponible. La conservación de productos almacenados puede ser alcanzada a través de una aplicación de modo sistémico, bien planeada y dedicada.
El tema de control de roedores se discute mucho entre agricultores, agrónomos y gente en general. Cada grupo tiene su teoría favorita sobre cómo realizar el control de estas plagas. Pero la realidad es que una sola técnica de control no es adecuada en la mayoría de los casos y generalmente se requiere una combinación de técnicas. Consideraciones importantes que deben tenerse presente son:
(1) En el control de roedores en el almacenaje, el objeto es reducir el daño. Por lo tanto, el número de roedores muertos no es el factor más importante; los roedores vivos que aún quedan en las bodegas son los que van a continuar haciendo daño.
(2) El exterminio de las ratas es prácticamente imposible; sin embargo, con la aplicación de medidas adecuadas se puede lograr un eficiente control capaz de mantener la población a niveles suficientemente bajos para que no causen daños económicos.
Por lo tanto es muy importante que el programa de control de roedores sea permanente. La capacidad reproductiva de roedores es tal que se puede llegar a poblaciones altas en períodos muy cortos. Cuando las poblaciones de roedores han llegado a niveles altos, es demasiado tarde montar un programa de control.
Los métodos para control de roedores se pueden clasificar en tres categorías generales que son: métodos físicos, biológicos y químicos.

Métodos físicos
Los métodos físicos del control de roedores son los que emplean técnicas mecánicas para matar roedores (ej. trampas, palos, machetes, etc.), o barreras para excluir los animales de ciertos lugares. Excavando las madrigueras, o cazando roedores con perros son métodos antiguos pero populares. Son populares porque casi no tienen costo directo por materiales, y los resultados son visibles de inmediato Pero los costos en términos de tiempo y mano de obra son altos y los resultados en términos de reducción de las poblaciones de roedores son virtualmente inconsecuentes. El uso de trampas puede ser útil para capturar roedores que causen daño en un área limitada, pero generalmente es muy costoso y laborioso para ser efectivo en grandes áreas (Figuras 17, 18) Además, la invasión desde áreas vecinas puede reducir la eficacia de estos esfuerzos.
Métodos biológicos
El control biológico de roedores ha sido uno de los temas de mayor interés entre investigadores y otras personas interesadas en el control de daño de roedores. Los métodos biológicos más sugeridos como soluciones al problema incluyen: la introducción de predadores, enfermedades o parásitos, modificación del habitat, manipulación genética y variedades resistentes de cosechas. La mayoría de estas soluciones tienen fallas de teoría o de practicabilidad
Métodos químicos
Después de muchas observaciones, se ha comprobado que el método más efectivo para el control de roedores es el uso de rodenticidas. Es conveniente caracterizar los toxicantes usados para control de roedores en dos categorías amplias: (a) los agudos o de acción rápida ejemplificada por el fosfuro de zinc; (b) los crónicos, que actúan lentamente después de varias dosis. Entre los venenos crónicos, o de acción lenta están los anticoagulantes como difacinona, warfarina y cumarina. Ambos tipos de rodenticidas, los agudos, as' como los crónicos tienen ciertas ventajas y desventajas. (Figuras 23 y 24).

Venenos agudos
Hasta los últimos años de la década de los 40, los tóxicos agudos eran los únicos rodenticidas disponibles (Tabla 2). Aun se usan mucho y son preferidos por muchas personas a pesar de ser relativamente poco eficaces. Los roedores que sucumben a tóxicos agudos lo hacen rápidamente, dentro de unas pocas horas de consumir una cantidad pequeña del cebo.
Mucha gente, al ver los roedores muertos poco después de aplicar pequeñas cantidades de cebo, con poca labor, piensa que este método es un control efectivo y barato. Sin embargo, el desarrollo rápido de síntomas de intoxicación muy a menudo hace que los roedores cesen de comer antes de ingerir una dosis letal.
Los animales que sobreviven tienen una aversión al tóxico o al cebo (conocida como "timidez del cebo"), que puede durar 3 a 4 meses y durante este período no comerán más del mismo cebo.
Los efectos de "timidez del cebo" pueden ser disminuidos por la técnica de of recer cebos sin tóxico durante unos días antes de usar cebo envenenado (precebar), pero aun con esta práctica es difícil obtener más de un 60 - 70% de control de poblaciones de roedores con tóxicos agudos.
La capacidad reproductiva de los roedores es tan alta que las poblaciones se recuperan rápidamente después de un programa de control no muy efectivo y por eso el tratamiento debe repetirse varias veces. De tal modo, el tratamiento que originalmente parecía barato, puede resultar con costos bien altos.
Además, los venenos agudos son casi igualmente tóxicos a una gran variedad de animales. Generalmente no hay un antídoto ni tiempo para usar tratamientos sintomáticos. Envenenamiento accidental de humanos, animales domésticos o animales silvestres benéficos, aumentan los costos de usar tóxicos agudos. Las ventajas percibidas y las verdaderas desventajas de los tóxicos agudos son resumidas en la Tabla 3. En general, los tóxicos agudos son fáciles de usar pero ineficaces.

Uso de rodenticidas
Los productos químicos venenosos. son útiles para combatir infestaciones de roedores aunque todavía no se ha producido un rodenticida universalmente eficaz, que cumpla con todos los requisitos en todas las circunstancias. De los numerosos materiales que hoy se encuentran en el mercado, la mayoría tienen una u otra falla.
Los requisitos de seguridad para la protección de seres humanos, ganado, aves de corral, animales domésticos, etc., determinan la selección de los métodos de envenenamiento para control de roedores. Por razones discutidas anteriormente los únicos rodenticidas que pueden recomendarse son los venenos crónicos. De todas maneras, son venenos; ningún rodenticida conocido es completamente seguro en su uso. Aunque los rodenticidas crónicos son considerados menos peligrosos para los seres humanos y para los animales domésticos, pueden, bajo ciertas condiciones, causar la muerte. Los cebos deben colocarse en lugares de fácil acceso para las ratas y ratones, pero que no lo sean para niños ni otros animales. Los cebos deben estar al alcance de todos los roedores durante suficiente tiempo hasta que se logre el exterminio de la población. Los recipientes de cebo se deben inspeccionar con tanta frecuencia como sea necesaria para mantener un suministro adecuado de cebo fresco y aceptable. Se debe colocar estratégicamente un número adecuado de recipientes de cebo. En ciertos lugares donde no se dispone fácilmente de agua puede ser conveniente utilizar cebos líquidos (Figura 25).
Recuerde que cualquier tipo de veneno es peligroso y por lo tanto se debe manejar con cuidado. Siga las instrucciones de los fabricantes.
Este folleto no pretende presentar información de forma muy técnica sobre la efectividad de diferentes compuestos químicos u otros métodos de control de roedores. Son demasiado numerosos y los que son apropiados en un lugar no son apropiados en otros lugares u otras condiciones. Tomando en cuenta la gran diversidad de condiciones ecológicas y ambientales en América Latina balo las cuales se presenta problemas de roedores como plagas de productos almacenados, es obvio que ningún programa, o técnica de control puede garantizar éxito total en todos los casos. El uso de uno u otro método o producto depende de las condiciones existentes en cada situación.


  • Recuerde siempre que cualquier producto tóxico debe estar fuera del alcance de niños y/o personas irresponsables,







  • Siga cuidadosamente las instrucciones detalladas en las etiquetas de esos productos.







  • No fume ni coma mientras esté trabajando con venenos; lávese con agua y jabón después de manejarlos.







  • Queme las bolsas o empaques que hayan contenido venenos o rodenticidas.







  • Entierre profundamente los roedores muertos a causa de venenos, evitando que sean consumidos por otros animales
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